miércoles, 17 de agosto de 2011

El diario de Adán y Eva

En  la obra "El diario de Adán y Eva", escrita por Mark Twain, se puede apreciar la típica y clásica historia de la creación del mundo según la biblia.
En la primer parte de esta obra: llamada "Extractos de de diaro de Adán", se relata esta historia desde el punto de vista de Adán. Esto es divertido y gracioso porque se nota cómo, luego de la aparición de Eva, Adán no la soporta porque no para de hablar y criticar las cosas que él hace (como suelen hacer la mujeres cotidianamente con los hombres). Se puede justificar esto cuando Adán dice "Mi vida ya nos es feliz como lo era antes." Por otro lado, ya desde el principio de la obra podemos ver como Eva le gusta comer frutas y se siente atraída y tentada por la manzana del árbol prohibido. "La criatura nueva come demasiada fruta." "Esta mañana encontré a la criatura nueva tratando de bajar manzanas del árbol prohibido." También, Eva empieza a inventar palabras y nombres para los animales, mientras que a Adán le parece un desperdicio inventar nombres para animales que no responden al nombre como los peces: "Esto le hizo sentir pena por las criaturas que viven allí, a las que llama "peces", porque sigue aplicandole nombres a las cosas que no lo necesitan y que no vienen cuando las llama con esos nombres, cosa que no le importa a ella, que es tan cabeza hueca." Con respecto a esto último, Eva utiliza la palabra "nos" para usar el plural y a Adán le parece estúpido esto pero como siempre la escucha decir esa palabra no puede evitarla, como se nota en esta cita "Otra vez hablando de "nos": esa es su palabra; también la mía, ahora, de tanto oírla."
Asimismo, Adán se escapa del parque porque ya no soporta a Eva y llega a una llanura, que luego iba a ser nombra por Eva como "Tonawanda". En este lugar Adán ve como los animales juegan, duermen y/o comen; pero de repente de la nada todo estos animales se empezaron a pelear y a matar entre si, es más, se comieron al caballo de Adán. En seguida, Adán sabía que el propósito de este disturbio era Eva porque había tomado y comido el fruto prohibido que traía muerte al mundo. Se puede notar esto en el siguiente extracto: "Alrededor de una hora después de la salida del sol, estaba cabalgando a través de una llanura florecida donde miles de animales pastaban, dormitaban y jugaban entre ellos, de acuerdo con su deseo, cuando de pronto estalló una tempestad de ruidos horribles y en un instante la llanura era una conmoción frenética y cada animal estaba destruyendo al vecino. Supe lo que significaba: Eva había comido de aquel fruto y la muerte habia llegado al mundo..." La causa por la que Eva había comido de ese fruto era porque la serpiente la había convencido diciendo que ella no tenía la culpa sino que la tenía las viejas y tontas bromas de Adán. Entonces Eva le hecha la culpa, Adán le cree y acepta que él tiene la culpa porque pensó una broma por dentro sobre las Cataratas "Sería mucho más maravilloso verlo caer hacia arriba" y luego de esto ocurrió el desastre.
Más adelante, Eva encuentra una criatura extraña y novedosa a la que la llama Caín y ella dice que puede ser un pariente de ellos pero Adán no lo cree y piensa que es un pez.  "Lo nombramos Caín (...) La diferencia de tamaño permite concluir que es un tipo de animal distinto y de nueva clase: un pez, quiezas(...)" Un tiempo después, Eva encuentra otra de estas criaturas y la llama Abel, ahora Adán piensa que estas criaturas son kaguros que hablan y los nombro así: "Kangarrorum Adamiensis". Pero luego de 10 años llegan a la conclusión y se dan cuenta de que son muchachos iguales a ellos: "Son muchachos; lo descubrimos hace tiempo."

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