viernes, 10 de mayo de 2013

Buscando Genes

Juan Cabandié Alfonsín, es uno de los cuantos hijos de desaparecidos de entre 1975 y 1980. Por suerte, Juan pudo recuperar su verdadera identidad gracias a las Abuelas de Plaza de Mayo quienes lo ayudaron a recuperarla gracias al apoyo moral y también porque le realizaron el análisis de sangre.
Por su parte, Juan cuenta que desde que él recuerda, se sentía ajeno a su supuesta familia y su nombre, no se sentía parte de esa familia y se sentía incómodo por estas razones.
Luego, cuando comenzó a sospechar que podía llegar a ser hijo de desaparecidos, comenzó a averiguar y se dio cuenta que para sacarse esta mochila de encima debía hacerse el análisis y dejar de la duda de una vez. Pero el no quería, por el cargo judicial que iban a tener los supuestos padres por haberse apropiado de él. Finalmente, la supuesta hermana (hija biológica del matrimonio), lo convenció diciéndole que no es culpa de él y que debía saber su verdadera identidad.
En conclusión, juan se hizo el análisis y luego de unas largas semanas para Juan, se enteró que sus verdaderos padres eran Alicia Alfonsín y Damián Cabandié y también supo su verdadero nombre: Juan, del cual enseguida se sintió identificado por ese nombre.
Los invito a ver este video, en donde el mismo Juan les cuenta su experiencia:

Parte 1


Parte 2



Otro ejemplo de un hijo de desaparecido que recuperó su verdadera identidad es el de Manuel Gonsalves Granada. Sus padres reales eran Ana María Granada y Gaston Gonsalves.
En este caso, al padre lo habían atrapado antes de que nazca (durante del sexto mes de gestación), pero luego de que manuel nació, encontraron a la madre y la acribillaron, pero antes logró esconder a Manuel en un armario y lo salvó.
Esta historia es diferente porque este chico ya había nacido cuando hicieron desaparecer a su madre, entonces él ya era consciente de lo que había pasado, pero él era muy chiquito y no podía decidir por sí mismo.

Testimonio de Manuel:

1 comentario:

  1. Manuel es conocido mío. Es unos años más grande; su testimonio, junto con el de Juan y tantos otros, es muy interesante.

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